Leyendas de Guatemala
El primer libro publicado de Asturias fue Leyendas de Guatemala (1930), una colección de nueve historias que exploran los mitos mayas de la época precolonial, así como temas que se refieren al desarrollo de una identidad nacional guatemalteca. Su fascinación por textos precolombinos como el Popol Vuh y los Anales de los Xajil, así como sus creencias en mitos y leyendas populares, tuvieron una gran influencia en la obra.
El Señor Presidente
El Señor Presidente, una de las novelas más aclamadas de Asturias, se completó en 1933 pero permaneció inédita hasta 1946, cuando salió en México como publicación privada. Como uno de sus primeros trabajos, El Señor Presidente mostró el talento de Asturias y su influencia como novelista. Zimmerman y Rojas describen su obra como una «denuncia apasionada contra el dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera». La novela fue escrita durante el exilio de Asturias, en París. Durante la realización de la novela, Asturias se asociaba con los miembros del movimiento surrealista, así como con otros futuros escritores de América Latina, tales como Arturo Uslar Pietri y el cubano Alejo Carpentier.
Hombres de Maíz
Es reconocida por muchos como su obra maestra. Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi sobrenatural, acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los personajes que retrata, a sus fantásticas creencias, sus atávicas maneras y costumbres.
La trilogía bananera
Asturias escribió una trilogía épica sobre la explotación de los indígenas en las plantaciones bananeras, compuesta por las novelas Viento fuerte (1950), El Papa Verde (1954), y Los ojos de los enterrados (1960). Es un relato ficticio de los resultados del control extranjero sobre la industria bananera de América Central. Al principio, los volúmenes fueron solo publicados en Guatemala en pequeñas cantidades. Su crítica al control extranjero de la industria bananera y la forma en que los indígenas guatemaltecos fueron explotados, finalmente le valió el premio más alto de la Unión Soviética, el Premio Lenin de la Paz.
Mulata de tal
Asturias publicó Mulata de tal en 1963, mientras que él y su esposa vivían en exilio en Génova. Esta novela recibió muchas críticas positivas; Ideologies and Literature lo describió como «un carnaval encarnado en la novela. Representa una colisión entre el Mardi Gras maya y el barroco hispano». La obra incluye la mitología maya y la tradición católica para formar una alegoría de creencia distintiva, y surgió como una novela importante en la década de 1960.